La pedagogía
es práctica constante. Desde esta concepción, la materia se propone
aprender haciendo, aprender colectivamente, desde la construcción y
no desde la competencia, desde la horizontalidad y la diversidad de
saberes como herramientas para una sociedad más justa. El
aprendizaje como experiencia de transformación subjetiva permanente,
sensible, emocional, con el cuerpo como eje. El presente plantea la
necesidad de reflexionar sobre la educación, sobre la propia, la que
hemos vivenciado, la que hemos sufrido, sobre las prácticas
educativas que buscan imponer o las que promueven la construcción de
espacios democráticos y participativos. Con un recorrido por la
conformación de los sistemas educativos en el marco del surgimiento
y la expansión capitalista, y el análisis y la crítica de
diferentes experiencias educativas alternativas que sirvan de aporte
para una educación popular pensada territorial, política e
históricamente. La creatividad, la expresión artística, la
comunicación y el juego se proponen como formas de aprendizaje
significativo en oposición a las formas de educación basadas en los
dispositivos disciplinarios que promueven sujetos pasivos y
obedientes.